La genialidad del 10 argentino concreta un paso importante hacia el título.
Con un golazo de Lionel Messi, el Barcelona derrotó en lo que se catalogó como una final de liga al Atlético Madrid, segundo clasificado de La Liga, por marcador de 1-0.
El partido navegó en el ritmo habitual en el que se manejan estos partidos, con el Barcelona jugueteando con la posesión y con el Atlético defendiendo con sus líneas sólidas, que sólo pudieron ser rotas con una aparición más de Lionel Messi, quién en un grandioso cobro de tiro libre venció a Oblak para abrir la lata de los colchoneros.
La anotación blaugrana marcó de manera más intensa el estilo de juego de ambas escuadras hasta el final de la primera mitad, con la visita siendo demasiada precavida y débil al desdoblar hacia el arco rival.
Para la segunda parte, Simeone tomó riesgos al retirar a jugadores de corte defensivo e ingresar refuerzos a la ofensiva, logrando tener mucha más presencia en el mediocampo culé.
Diego Costa y Ángel Correa fueron los hombres que generaron mayor peligro, y fue el hispano-brasileño quien creó la mejor jugada del partido para los rojiblancos al dejar un balón en el área chica a Gameiro para que la mandara a guardar, pero la anotación fue invalidada por fuera de lugar del ex Chelsea.
El dibujo táctico de Valverde funcionó para aguantar los intentos de los madrileños, demostrando una vez más que este Barcelona sabe sufrir y sabe defender de manera ordenada.
Así se ganan ligas, y si bien el equipo blaugrana no expuso su mejor fútbol, supo resistir. Messi frotó la lámpara y con su magia le dio tres puntos de oro que le devuelven la ventaja de 8 puntos sobre el Atlético, en un partido que puede marcar el resto del campeonato.